A veces me da por observar las cosas que me rodean. Supongo que es algo que le pasa a todo el mundo, pero es que a mí me pasa continuamente.
Ahora estoy en un bar, el de cada mañana, desayunando. Al contrario que siempre, hoy estoy solo. Aunque la verdad, cuando no lo estoy, suelo llegar a sentirme como si lo estuviera.
Fijo la mirada en las cosas que me rodean y no pienso en nada. Simplemente observo. No pienso en el pasado, ni en el presente, ni en el futuro. Simplemente no pienso.
No es como quedarse en blanco; es diferente; y me gusta. Disfruto de los colores y de las formas. Hasta llego a sentir los materiales de las cosas que me rodean. Soy capaz de oler la madera de la pared, de sentir el frío del mármol de la barra y el calor de los taburetes. Es una buena sensación. Me gusta sentir.
Y los sonidos, las voces. No me llegan por los oídos; me llegan por dentro; como en un sueño. Y me gusta. Me gusta sentir todo esto. Me gusta disfrutar de la soledad de las cosas. Es armoniosa y fascinante.
Estoy aquí, en una mesa, solo, escribiendo. Mientras, la gente desayuna y charla, despreocupada o no. No sé si alguien me estará mirando; ni me importa. Mejor así.
Me siento bien y eso es lo importante. Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Me ha costado mucho aprender que éste soy yo. Acostumbrarme a mí y aceptarme. No soy ni más ni menos que los demás; ni mejor, ni peor. Ni siquiera soy especial. Sólo soy yo.
Y me gusto. Por primera vez en mi vida me gusto. Ha sido un camino muy duro hasta llegar aquí, pero creo que voy empezando a conocerme; me voy conociendo. Y me gusta la sensación.
A veces me da por observar las cosas que me rodean…
Ahora estoy en un bar, el de cada mañana, desayunando. Al contrario que siempre, hoy estoy solo. Aunque la verdad, cuando no lo estoy, suelo llegar a sentirme como si lo estuviera.
Fijo la mirada en las cosas que me rodean y no pienso en nada. Simplemente observo. No pienso en el pasado, ni en el presente, ni en el futuro. Simplemente no pienso.
No es como quedarse en blanco; es diferente; y me gusta. Disfruto de los colores y de las formas. Hasta llego a sentir los materiales de las cosas que me rodean. Soy capaz de oler la madera de la pared, de sentir el frío del mármol de la barra y el calor de los taburetes. Es una buena sensación. Me gusta sentir.
Y los sonidos, las voces. No me llegan por los oídos; me llegan por dentro; como en un sueño. Y me gusta. Me gusta sentir todo esto. Me gusta disfrutar de la soledad de las cosas. Es armoniosa y fascinante.
Estoy aquí, en una mesa, solo, escribiendo. Mientras, la gente desayuna y charla, despreocupada o no. No sé si alguien me estará mirando; ni me importa. Mejor así.
Me siento bien y eso es lo importante. Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Me ha costado mucho aprender que éste soy yo. Acostumbrarme a mí y aceptarme. No soy ni más ni menos que los demás; ni mejor, ni peor. Ni siquiera soy especial. Sólo soy yo.
Y me gusto. Por primera vez en mi vida me gusto. Ha sido un camino muy duro hasta llegar aquí, pero creo que voy empezando a conocerme; me voy conociendo. Y me gusta la sensación.
A veces me da por observar las cosas que me rodean…
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