miércoles, 16 de febrero de 2011

MUCHO GUSTO EN CONOCERME

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sábado, 24 de octubre de 2009

RUTINA


Suena el despertador.
Es temprano.
No has dormido bien.
Te levantas cansado.
Te duchas con prisa.
Coges el coche.
Desayunas con los compañeros.
Empieza el trabajo.
Intentas organizar lo que vas a hacer.
Comienza a entrar más trabajo del que preveías.
Se te acumulan las tareas.
Muchas de ellas se quedan sin hacer porque no hay tiempo posible para ello.
Tienes sueño.
Sigue entrando trabajo.
No das abasto.
Estás ya muy cansado.
Nadie puede más y se decide cortar.
Vais al bar a tomar un refresco.
No consigues desconectar.
No oyes las conversaciones de los demás.
Se hace tarde.
Vuelvas a casa y almuerzas.
Te sientas en el sofá y te quedas adormilado.
Abres los ojos.
Tienes que volver.
Reanudas el trabajo.
Intentas hacer lo que no pudiste por la mañana.
Pero pronto tienes una reunión.
No hay tiempo.
Comienza la reunión.
Todo apunta a que será larga.
Y así es.
Terminas muy tarde.
Te diriges a casa de nuevo.
Tienes la cabeza embotada.
Apenas puedes pensar.
Intentas retener lo que ha sucedido durante el día.
Pero no puedes.
Llegas a casa y cenas poco o nada.
No tienes hambre.
Tienes sueño.
Pero no puedes dormir porque tu cabeza sigue activa.
Te quedas ensimismado frente al televisor.
Casi que te duermes pero no.
Miras el reloj.
Es muy tarde.
Te levantas con esfuerzo del sofá.
Te lavas los dientes.
Te tumbas en la cama.
Y piensas:
Mañana, más de lo mismo.
E intentas dormir.
Pero no puedes.
Cuando al fin concilias el sueño es muy, muy tarde.
Suena el despertador…

miércoles, 7 de octubre de 2009

MAREA ALTA


Tal vez
La marea
Cubra un día mis ideas.
Que su espuma me peine,
Me limpie…
Que me limpie las heridas
Que los pájaros que me pueblan
Me infringen en la piel.
Que abandonen mi cuerpo,
Que éste tome otro color.
La luz no cegaría;
No habría dolor.

La medialuna en mi cara.
Suave mi expresión.
Blancos recuerdos
Antes olvidados.
Oigo la música.
Cosquillea por mis venas;
Sacia mi sed.
Me llena.

Tal vez
La marea
Cubra un día mis ideas.
Tal vez.

domingo, 27 de septiembre de 2009


De nuevo vacío
Bullicio alrededor
Mente intranquila
El estómago, peor

El mundo se acelera
Ojos cargados
Estrépito maldito
Oídos nublados

El caos ha llegado
Efímero, más sin pudor
Marabunta desatada
Aun con frío, calor

Probar a aislar la mente
Pensar derecho
Oír tan sólo el silencio
Abrir el pecho

Ansiado el destino
Pronto llegará
No por ello
El ansia cesará

Templar la máquina
Difícil tarea
Quien diga lo contrario
Que baje Dios y lo vea

martes, 22 de septiembre de 2009

¡PELIGRO!


A veces no me entiendo ni yo. No sé lo que hago. Hago las cosas sin pensar; por impulsos. Y luego acabo arrepintiéndome.
Suelo incluso llegar a hacer cosas que cuando luego las pienso, no las habría hecho.
¿Por qué las hago entonces? Eso me gustaría saber.
Soy como una mina anti personas; nunca se sabe quién va a caer, pero caiga quien caiga, sufrirá las consecuencias. Y la primera en destruirse es la mina, por supuesto. Aunque no creo que la mina se sienta culpable; yo sí.
Nunca tengo la intención de hacer daño; simplemente no lo pienso. No barajo las opciones. Digamos que puedo llegar a hacer “un mal desinteresado”.
Y es extraño, porque me gusta pensar. Me llevo horas y horas haciéndolo. Incluso mientras alguien me habla. No entiendo entonces porque a veces me lanzo a lo loco hacia no sé dónde.
Ojalá pensara menos cuando no tengo que hacerlo y más cuando sí. Pero ese soy yo. Ese personaje extraño al que nadie termina de conocer nunca. Esa persona que te puede sorprender o decepcionar en cuestión de minutos. Ese que se puede llevar la contraria a sí mismo una y otra vez.
Cuanto más tiempo que llevo conmigo mismo, menos me conozco.
Suelo asumir diferentes roles a lo largo de mi vida. “Papeles” que interpreto en mi particular película. Porque ahí es donde yo vivo: en una película. Y yo soy el protagonista. Y el director. Y el cámara… Egoísta por excelencia aunque no megalómano precisamente.
No te acerques demasiado a mí. No me cojas confianza. Ni se te ocurra cogerme cariño. Y sobre todo, procura que yo no te lo coja a ti. Soy el maestro de la obsesión; y no hace falta que ésta tenga sentido.
Si te me acercas demasiado te pasará factura. Y no tengo intención de cobrarla; te lo aseguro. Pero ocurrirá.

domingo, 20 de septiembre de 2009


Sombra de la noche.
Vigía silencioso.
Tantas veces repudiado.
Tan hermoso.

Mirada taciturna.
Cuerpo siempre alerta.
Oculta sus ideas
Con la mente despierta.

En el regazo de lo oscuro,
Paseo improvisado.
Sigilosa silueta.
Abrigo acicalado.

Liviano contoneo.
Voz serena.
Obligada soledad.
Alma en pena.

Triste pensar en el desprecio de su encanto.
Triste imaginar el porqué de su maldición.
Triste es el sonido de su canto.
Triste es el sentir de su corazón.

Maldita su figura.
Sufrida existencia.
Camino de amargura.
Infinita paciencia.

Incierto su destino.
Fugaz su compañía.
Estimado vecino:
Tu tristeza, la mía.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

LO DIFÍCIL DE NO SABER QUIÉN ERES.


Es muy duro no saber quién eres.
No saber si eres el que se muestra a los demás o el que te machaca en la cabeza con extraños pensamientos. Pensamientos peligrosos para el que se muestra a los demás.
¿Debo proteger al que se muestra a los demás de esos pensamientos o debería dejar de hacer caso al que se muestra a los demás y permitir que mis pensamientos se hagan realidad?
El Yo que se muestra a los demás me parece aburrido, monótono, pasivo, apagado, tímido, soso, lineal…
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real es más activo, decidido, lanzado, divertido, abierto…
El Yo que se muestra a los demás es apreciado por éstos, que le consideran bueno, sereno, noble, comedido, respetuoso, con saber estar…
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real nunca le importó a nadie.
El Yo que se muestra a los demás ha conseguido cosas en la vida.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real nunca me llevó a nada bueno.
El Yo que se muestra a los demás tiene todo lo que se supone que se pueda tener en la vida de una persona de clase media.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real nunca tuvo nada.
El Yo que se muestra a los demás tiene muchas preocupaciones, compromisos y responsabilidades.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real sólo se preocupaba por vivir.
El Yo que se muestra a los demás piensa en el pasado, en el presente y en el futuro.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real sólo pensaba en el presente.
El Yo que se muestra a los demás tiene muchos problemas para dormir.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real dormía como un lirón.
El Yo que se muestra a los demás no tiene fuerzas.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real no conocía el cansancio.
El Yo que se muestra a los demás es infeliz.
El Yo que me machaca la cabeza y que hace tiempo fue real, no.
¿Hacer lo que debo o hacer lo que quiero?
Si hago lo que debo las cosas me irán bien y se supone que viviré por muchos años.
Si hago lo que quiero, seguramente acabaré mal.
Si hago lo que debo muchos me recordarán e irán a mi entierro.
Si hago lo que quiero no creo que haya muchos a quienes les importe lo que me pase.
Si hago lo que debo me respetarán.
Si hago lo que quiero me repudiarán.
Si hago lo que debo será muy duro.
Si hago lo que quiero será muy fácil.
Si hago lo que debo seguramente siga siendo infeliz.
Si hago lo que quiero puede que no.
¿Quién se supone que es mejor que el otro? ¿Cuál es el que merece la pena? ¿Con cuál te quedarías tú?
Un profesional siempre te dirá que tú elijes, y que decidas lo que decidas estará bien hecho. Suena bien pero no es tan fácil.
A nadie en este mundo le deseo el caos que puebla mi mente y que me atormenta a cada segundo.
Lo cambiaría sin pensarlo por una silla de ruedas, por ejemplo.
Y lo peor es la soledad. Pero no la que sientes estando solo sino la que sientes estando acompañado. Esa es la peor.
Sentirse como cuando viajas en avión y te sientes ajeno a todo lo que pasa más abajo. Durante el tiempo que dura un viaje, sienta bien. ¿Pero te imaginas toda una vida viajando en avión?
Hace tiempo que no meto la pata. Antes la metía muy a menudo. Me quedo con la belleza de la imperfección, pero eso la gente no lo entiende.